Los vínculos que allí se crean, momento a momento, impactan en los futuros intercambios. Es aquí donde aprendemos (o no) a amar, a relacionarnos, a sentirnos seguros, a cuidarnos y cuidar, a regularnos y a disfrutar del vivir. Cuanto más disponible, cercano y sincronizado es el adulto con el niño, más profundo es el apego y más se potencia que el niño se desarrolle de manera saludable para consigo mismo y para con los demás. La terapia infantil, por lo tanto, siempre es una terapia familiar, ya que es preciso conocer cómo las dinámicas familiares influyen en la configuración psicológica del niño. Trabajar sobre el sistema familiar impacta en la totalidad del grupo familiar, y transforma las relaciones.
Cuando el niño sufre muestra cambios en su comportamiento. La terapia infantil busca devolverle lo que necesita para crecer sano. Y nunca es tarde para ello. Reparar los vínculos y el ambiente del niño, no sólo lo sana a él sino también al sistema que le acoge.
Devolverle al niño la capacidad de sentirse seguro y cómodo en su piel, es el mayor regalo que podemos hacerle.
TELÉFONO:
E-MAIL:
CONSULTA EN ALPEDRETE:
Calle de las Viñas
Colaboración con la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia
C/ Solano, 35, 3º B (Prado de Somosaguas), Pozuelo de Alarcón (Madrid)
CONSULTAS CON CITA PREVIANº colegiada M-18278
Colegio Oficial de Psicologos de Madrid